Nadie

En el duro silencio

nocturno aletea

un pálpito tenso

de mucho pensar.

 

Es noche dormida,

mas fría y lejana

que trae remotos

lamentos de mujer.

 

En cima del pino

envuelto de noche,

la vieja lechuza

rompe con rabia

los lúgubres y claros

gritos de gato.

Nadie.

 

Un cacho de página

se remolina, muerde el asfalto,

y todo se queda limpiado

por el viento y el vacío.

 

01-12-2011

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