Eternidad

La lluvia lava, desde poco, las casas,

las huertas, los montes y hasta el cielo.

El viento cabriola,  se posa y se va,

buscando la tristeza de la mañana.

El día llega, mujer, y se pone en marcha

como una rueda vieja de molino.

El río de la vida tiene puentes angostos

de bloques de piedra, tiernos y amarillentos,

yo ando veloz y marco nombres

que al mudo eterno pidan piedad.

 

01-12-2011

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